De un tiempo a esta parte los problemas públicos de los chilenos han quedado acorralados a la agenda inmediata de los problemas ciudadanos de la capital, Santiago. De tal forma, la discusión de los “otros temas”, el que fuese, ha sido desplazado o ha quedado temporalmente fuera de servicio: en construcción (la División de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, a la fecha, tiene en su página de inicio esa misma frase, así que no busque novedades sobre la Seguridad Ciudadana).
Si ya ni siquiera la farándula logra opacar con alguna fotografía y frase dramática la realidad del sistema de Transporte (hace falta un vestidito transparente tipo Bolocco, y una buena ocasión). No voy a decir que desplazarse en metro y autobus es una porquería. Para qué, si ya lo sabemos, qué necesidad hay de comprobarlo. Pero en la Zona Oriente el asunto funciona bastante bien, afirma una reciente evaluación del sistema. Eso se puede explicar por la segregación espacial implantada en los ochenta, como ocurrió en casi todos los países latinoamericanos en el mismo período. (Me refiero a quitar a la gente más pobre de zonas en donde podrían haber más ricos). Entonces, hay buenas pistas, un desplazamiento menos complicado, combinaciones que funcionan.
¿Y los temas de la agenda pública? ¿Y el tema energía, medio ambiente,reformas constitucionales, la agenda para hacer crecer más al país, el desarrollo regional, las ciencias, el sistema educativo? No veo muchos de estos temas. Como que los hubiéramos olvidado…