Los delfines hundieron su nariz en la ola
Rieron
Siete campanas se oían desde las fosas marinas
El eco teñía las luces del encuentro
Seres muy pequeños encendían sus cuerpos
Una nube de tortugas descendió lentamente
Los delfines portaban las campanas en sus narices
Las arrimaron frente al acantilado
Hoy sirven de seña a los ángeles
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