enero 29, 2007

Bachelet, progresista en Latinoamérica (opinión)

Bachelet viene de la más pura tradición socialista chilena. Esta primera característica es bastante particular, porque si bien podemos escuchar hablar del socialismo francés como un gran distintivo, bien podemos también hablar del socialismo chileno. La actual presidenta de Chile viene de una tradición iniciada a mediados del siglo XIX, y que comenzara a consolidarse a fines de este mismo siglo cuando nace el movimiento Unión Socialista, hasta la conformación definitiva del Partido Obrero Socialista en 1912, con Emilio Recabarren. Sin embargo, dentro de este desarrollo, al día de hoy no es posible compararla con los demás líderes latinoamericanos en ese contexto socialista porque esta tradición es muy distinta a la de los demás países de la región, y porque los procesos que vive cada país difieren profundamente del uno al otro. Por esa razón, si la queremos comparar con otros líderes latinoamericanos debemos hacernos desde el progresismo. Hablar de socialismo con una fuerte economía de mercado como la chilena no tiene sentido.
Ella misma ha señalado recientemente que el nuevo marco del desarrollo chileno es el nuevo progresismo, en donde confluyen varias culturas políticas: el humanismo cristiano y el humanismo laico, el socialcristianismo y la socialdemocracia.
Es en este contexto que los presidentes de la izquierda latinoamericana pueden ser comparados, en su crítica a la economía de mercado, y su batalla por la justicia social. Pero solo en líneas generales. El socialismo de Chávez, que él mismo denomina “socialismo el siglo XXI”, ha hecho algo que no se puede hacer: lograr excluir a la clase política de la política. Bajo este mismo razonamiento, nadie puede excluir a los empresarios de hacer empresa. Pero Chávez se las arregla, por ejemplo, ha hecho que el Banco Central pierda autonomía. Y el nuevo plan de medidas socialistas por decreto. Pues bien, también ha dicho que Cristo era comunista, como él (sic). Por cierto, también ha afirmado que es socialista, y mucho tiempo antes que lo quería era corregir el capitalismo. Y no hablemos de este comunista cuyo principal comprador de petróleo es EE.UU. Todo a la medida. Lo mismo pareciera querer decirnos Evo Morales cuando ha avisado que enviará un proyecto al Congreso que indica que las autoridades electas por más del 50% de los votos no podrán ser llevadas a referéndum, situación en la que él se encuentra al día de hoy, de manera no de poder aplicársele un referéndum revocatorio. Pero Evo Morales reclama a Chile el mar, que perdiera cuando a fines del siglo XIX Chile tomara posesión de las tierras que antes pertenecieran a Perú y Bolivia. Hace pocos días Evo y el Canciller Chileno, Alejandro Foxley, vestidos en ropa deportiva, salieron a trotar juntos para ver a qué acuerdos llegar. La fotografía es francamente ridícula, pero lo cierto es que es justo que Bolivia acceda al mar, pero tampoco se puede afirmar, como en el caso de Chávez, que se logrará pronto una confianza internacional hacia su gestión con los conjuntos de medidas que quieren renovarlo todo, absolutamente todo.
Ecuador ha elegido a un chavista, Rafael Correa. Cuando asumió el poder hace unos pocos días afirmó que prometía poner fin de “la amarga noche neoliberal” y el inicio de una revolución en el marco del “socialismo del siglo XXI que impera en Latinoamérica”. Vaya siglo XXI, querer rehacerlo todo cuando poco se ha hecho.
Y el MERCOSUR. Chile ha exigido al bloque, del que no es miembro sino socio, proyectos concretos, y no declaraciones de cosas que se quieren hacer. Ello implica llevar a cabo proyectos que produzcan impactos concretos, resultados medibles de la política del MERCOSUR, que no hemos observado en los años que lleva de funcionamiento, desde 1991.
Como vemos, el socialismo de Chile, más socialdemócrata, no tiene que ver con las políticas de otros presidentes izquierdistas de la región. Proporcionar crecimiento con cohesión social, y disminuir los niveles de inequidad, desde la infancia, forman parte del programa de gobierno de la progresista Michèle Bachelet. Si encontramos que hay similitudes entre un presidente y otro hay que animarse a buscar detalles, pero no ideologías ni proyectos de gobiernos, al menos en lo que respecta al desarrollo y desarrollo de la institucionalidad.
Casi que lo único que une a los presidentes de izquierda de América Latina es su crítica al neoliberalismo. La presidente de Chile va más allá de una economía de mercado, sin la locura que la caracteriza. Bachelet podría llegar a ser una gran estadista, pero claro, una estadista que no está ni cerca de Chávez, ni de Evo, ni de Correa. Quizás lo esté de Lula y de Kirchner, pero eso ya es una reflexión para otra sección, cuando quizás se nos desarme el progresismo latinoamericano.


9 comentarios:

Marta Salazar dijo...

Hola Andrés! Ojalá que hoy no se te haya quedado nada en la casa al salir, a mí sí: el teléfono de un médico (nada serio, sólo vacunas) para avisarle que habíamos varios enfermos y que no podíamos ir. Menos mal que tengo buenas amigas, je je.

Oye, qué bueno e instructivo este artículo! Gracias!

Anónimo dijo...

LEANLO BIEN CRISTO ES COMUNISTA... A LOS QUE NUNCA ESTUDIARON LAS ESCRITURAS SON LOS MISMOS FARISEOS, ESCRIBAS, COMERCIANTES, PUBLICANOS, PRETORIANOS, HERODIANOS DEL PASADO.

POR ESO ¡¡¡VIVA CRISTO EL MAS GRANDE REVOLUCIONARIO Y COMUNISTA DEL UNIVERSO!!!

COMUNISMO.- PROPIEDAD PRIVADA.- JUSTICIA.-
INJUSTICIA.- LIBERTAD.- LIBERTINAJE.-

TEXTOS BIBLICOS:

Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y
ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían
todas las cosas en común.
He 4:32

Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que
poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido,
y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según
su necesidad.
He 4: 34

LA PROPIEDAD PRIVADA

¡Ay de los que juntan casa a casa, y añaden heredad a heredad hasta
ocuparlo todo! ¿Habitaréis vosotros solos en medios de la Tierra?
Is.5:8

¡Pobre de aquel que construye su casa con cosas robadas, edificando
sus pisos sobre la injusticia! ¡Pobre de aquel que se aprovecha de su
prójimo y lo hace trabajar sin pagarle su salario!
Jer. 22: 13

LA JUSTICIA

Hacer lo que es justo y correcto vale más a los ojos de Jehová que los
sacrificios.
Prov. 21: 3

El Señor hace justicia y da la razón a los oprimidos.
Sal. 103: 6

LA INJUSTICIA
Pobres de aquellos que dictan leyes injustas y con sus decretos
organizan la opresión, que despojan de sus derechos a los pobres de mi país e
impiden que se les haga justicia, que dejan sin nada a la viuda y se
roban la herencia del huérfano.
Is. 10: 1-2


CAPITALISMO O SISTEMA DE VIDA BASADO
EN LAS LEYES DEL ORO

Tú que desembarcabas del mar tus mercaderías para saciar a pueblos
innumerables. Con la abundancia de tus riquezas y productos enriquecías a
los reyes de la Tierra.
Ez. 27: 33

Tus riquezas, tus mercancías y tus fletes, tus marineros y pilotos, tus
expertos comerciales, y todos tus guerreros que transportas, se
hundirán en lo profundo del mar, en el día de tu ruina.
Ez. 27: 27

Josue: el_desenmascarador@yahoo.com

Andrés Suárez dijo...

Hello, dear Sir.
He leído con atención su opinión, pero, en primer lugar, ud. no manifiesta opiniones propias. En segundo lugar, la interpretación literal de la Sagrada Escritura no es mi inclinación.
Haré algunos comentarios, modestamente.
La cita 1 va bien para los futuros cenobios que se constituyeron en la cristianda, y que tienen su raíz en los esenios y la tradición jónica. Una frase que agregaría es la que cantan los monjes benedictinos antes de comer "Comían todos juntos con alegría y sencillez de corazón".
Sobre la cita 2 se cuenta que esa visión hubo de ser depurada, pues la primeras comunidades comenzaron a empobrecerse, dado que no se dedicaban mucho al trabajo, y como ya no les quedaba nada porque lo habían vendido todo, no tenían como vivir.
Sobre las citas que siguen, ninguna corresponde a los Evangelios. Cristo vino a darle el verdadero sentido a la Palabra recibida por el pueblo judío.
El Comunismo, en rigor, niega a Dios. De tal modo, ni Cristo mismo podría decir que es parte de esa ideología política.
La ideología política, en el aspecto teológico, confunde y permite que la naturaleza humana de Cristo supera la naturaleza divina.

Gracias por sus opiniones, si son con respeto, bienvenidas.

Anónimo dijo...

¡Bachelet, una gran estadista........!

Dejo de leerle.

Andrés Suárez dijo...

Don José Ramón, si quiere, lea lo que escribí hoy. No soy una persona con pensamiento lineal. Además, esto lo escribí en Enero, a propósito de las comparaciones del socialismo latinoamericano. En Chile, verdaderamente, no existe el socialismo, tienes apenas unos rasgos que no pasan de la teoría.

Anónimo dijo...

SÓLO LA FILOSOFÍA COMUNISTA ES DEL REINO DE LOS CIELOS; PORQUE NADIE DIVIDE A NADIE CON CONCEPTOS, QUE NO SEAN DE AMOR COMÚN; QUIEN NO CULTIVO UNA JUSTICIA COMÚN, NÓ ENTRA AL REINO DE LOS CIELOS; SÓLO SATANÁS DIVIDE Y SE DIVIDE ASÍ MISMO.-

Sí hijito; sólo los que piensan igual, llegan al Reino de los Cielos; al planeta Tierra se le dió una escritura; en ella el Padre Jehova, el único Dios viviente, enseña que todos los hombres son iguales en derechos ante el Padre; si todos vosotros sóis iguales en derechos ante el Creador de todas las cosas, ¿porqué nó creásteis una doctrina común? vosotros hijos de la Tierra, prometísteis al Padre, imitarlo en la Tierra, por sobre todas las cosas; más, olvidásteis la promesa; porque cada uno pidió nacer de nuevo, para buscar una verdad más, en una perfección más; se nace buscando la verdad; la verdad suprema es el Padre; y de su verdad, han salido todas las verdades que las mentes puedan imaginar; porque nada en el Padre, tiene límites; cada uno de vosotros, es una verdad viviente; porque tenéis la herencia de la verdad-Padre; de verdad os digo, que la suprema verdad que queda en este mundo, sale de las escrituras del Padre; porque todo el universo creado, salió de su divina palabra viviente; la verdad de cada uno, es lo que pensó cada individualidad; de verdad os digo, que ninguno que nó pensó como pensó el Padre en sus escrituras, entrará al Reino de los Cielos; porque así lo prometísteis en el Reino de los Cielos; he aquí el significado del término: por sobre todas las cosas; de verdad os digo, que de todas las doctrinas ó filosofías que se han dado los hombres para gobernarse, vuestro Creador escoge la más despreciada; la más perseguida; la más calumniada; la que más lágrimas a costado; la que más sangre a derramado; escoge el comunismo terrenal; la filosofía salida del hijo del hombre; que significa Hijo del Trabajo; porque el Padre nó puede premiar a las filosofias explotadoras, ni en el más microscópico grado; escrito fué: ningún rico entra al Reino de los Cielos; es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja, a que un rico entre al Reino de los Cielos; esta divina advertencia viene avisando a los llamados ricos, desde hace ya muchos siglos; más, ningún rico a hecho caso de ello; al contrario; crearon una filosofía demoniaca que divide a los hijos del Padre, en ricos y pobres; ni ricos ni pobres se conocen en el Reino de los Cielos; porque allí reina el comunismo celestial, con filosofía de niño; allí exsiste la igualdad; porque todos son iguales en derechos ante Dios; de verdad os digo, que ningún espíritu dividido, entra al Reino de los Cielos; sólo satanás divide y se divide así mismo; de verdad os digo, que por causa del llamado capitalismo, ninguna criatura humana, a entrado ni entrará, al reino del Padre; he aquí el llorar y crujir de dientes, de un mundo que fué engañado; un mundo que fué ilusionado; al grado, de hacerlos olvidar, la promesa hecha al Padre por sobre todas las cosas.-

Escribe: ALFA Y OMEGA

Por eso decimos:

VIVA CRISTO PRIMER REVOLUCIONARIO!!

Anónimo dijo...

EL CRISTIANISMO ORIGINAL

Todos los creyentes a una tenían todo en común; vendían sus posesiones y sus bienes, y lo repartían entre todos de acuerdo a la necesidad de cada uno (Hechos 2,44-45).

De la multitud de los creyentes el corazón era uno y el alma era una, y ni uno solo decía ser suyo algo de lo que tenía, sino que todas las cosas les eran comunes [...] No había entre ellos pobre alguno, pues cuantos poseían campos o casas los vendían, traían el importe de la venta y lo ponían a los pies de los apóstoles, y se repartía a cada uno de acuerdo a su necesidad (Hechos 4,32.34-35).

La intención normativa de Lucas es patente. No se trata de un género de vida especial que pueda considerarse peculiar de algunos cristianos en contraste con la masa general de los cristianos. La insistencia en la universalidad del comunismo resulta incluso un poco afectada, literariamente hablando. Pántes hoi pisteúsantes (Hechos 2,44): o sea todos los creyentes, todos los que habían creído en Jesucristo, todos los cristianos. Oudè heîs (Hechos 4,32): ni uno solo decía ser suyo algo. Hósoi ktétores (Hechos 4,34): cuantos poseían campos o casas, cuantos algo tenían. Si querían ser cristianos, la condición era comunismo.

Los comentarios anticomunistas alegarán que ése es el punto de vista personal de Lucas y que no lo avalan los otros autores del Nuevo Testamento. El argumento es inválido porque ninguno de los otros autores describe el género de vida del cristianismo original, y por tanto no hay documento en que pueda uno basarse para desmentir a Lucas. Pero supongamos (sin conceder) que algún otro autor neotestamentario discrepase de Lucas: ¿cómo se justifica la persecución pretendidamente cristiana contra un proyecto social que es explícita y repetidamente promovido por uno de los principales autores del Nuevo Testamento?

Veremos que es falsa la hipótesis porque Jesucristo mismo era comunista, pero pongámonos hipotéticamente en el peor de los casos: que sólo Lucas enseña comunismo. ¿Con qué derecho, con qué lógica siquiera elemental, se afirma entonces que el comunismo es incompatible con el cristianismo? ¿El solo hecho de que se haga esa afirmación no demuestra que los anticomunistas sedicentes cristianos están enajenados y alegan cristianismo cuando en realidad son movidos por motivación anticristiana de la que no son conscientes? Si por lo menos la parte lucana del Nuevo Testamento enseña comunismo, ¿cómo es posible sostener que el comunismo está reñido con el cristianismo?

Supongamos (sin conceder) que otras partes del Nuevo Testamento dan pie para proyectar sistemas sociales diferentes del de Lucas. Y bien: que algunos cristianos de hoy prefieran esas otras partes de la Biblia más que a Lucas, es cosa de ellos; ¿pero con qué derecho niegan que es cristianismo lo que la parte lucana de la Biblia enseña en forma enfática y repetida? El origen de la idea comunista en la historia de Occidente es el Nuevo Testamento, no Jámblico ni Platón; lo que los grupos y movimientos comunistas esgrimían desde el siglo primero y a través de la Edad Media y hasta Wilhelm Weitling (1808-1871) en cuya organización procomunista militaron Marx y Engels cuando jóvenes (cf MEW, 17, 485), era el Nuevo Testamento, no el de República ni la Vita Pythagorae. La represión despiadada que durante los últimos 17 siglos se ha cometido contra los comunistas en nombre del cristianismo, es la farsa y falsificación más grotesca que pueda pensarse.

Un segundo alegato anticomunista contra los textos citados de Lucas es éste: pero el comunismo de los primeros cristianos fracasó. Lo pasmoso es que en sermones y en documentos magisteriales y en libros y en la opinión pública burguesa se crea que ése es un argumento. También el Sermón de la Montaña fracasó pero ello no le quita su carácter normativo. En la intención clara del relato original, el comunismo es obligatorio para los cristianos; eso no se modifica en lo más mínimo por el hecho de que el primer intento comunista fracasara. Lo que nos toca es averiguar por qué fracasó y realizar el comunismo sin cometer el error que hizo que los primeros cristianos fracasaran: tal sería la única conclusión lógica si en los objetantes hubiera al menos un tenue deseo de normarse por la Biblia. Pero lo que hay en los objetantes es la decisión previa e inconmovible de desentenderse de la Biblia y para eso aprovechan cualquier pretexto aunque sea atropellando la lógica más elemental. Lo del fracaso inicial es puro pretexto, pues es como decirnos que suprimamos el Decálogo porque el Decálogo ha fracasado en la historia. Confunden lo normativo con lo fáctico, pero lo confunden deliberadamente para desentenderse de cualquier enseñanza bíblica que les disguste. Es el anticristianismo que se disfraza de –civilización cristiana– para rechazar el Evangelio.

Según Marx (MEW, 18, 160) la causa del fracaso fue que los primeros cristianos descuidaron la lucha política. Hablaremos de lo político en otro capítulo. A mí me parece que un islote comunista en un mar económico que se caracteriza por la explotación de unos hombres por otros no puede sostenerse. O sea, lo que mencionábamos antes: el sistema social circundante y envolvente tiene mucho más fuerza que las exhortaciones. El comunismo de los primeros cristianos fracasó porque éstos eran muy pocos; pero hoy los cristianos somos en Occidente la mayoría, y en el mundo la fuerza principal.

Un tercer alegato contra el comunismo de los primeros cristianos. Pero el lector ya percibe que toda esta cascada de objeciones, que se relevan unas a otras cuando la anterior se muestra absurda, es solamente una serie de síntomas emocionales contra un mensaje bíblico que ha producido repugnancia instintiva en los objetantes. El tercer alegato dice: El comunismo de los primeros cristianos era opcional, como se ve por las palabras de Pedro a Ananías: –¿No seguía siendo tuyo si lo retenías, y una vez vendido no estaba a tu disposición?– (Hechos 5,4). Uno quisiera saber qué clase de coherencia hay entre estas objeciones: primero decían que Lucas miente; después, que no miente, pero que el intento fracasó; finalmente, que no sólo no miente sino que su relato es tan fidedigno, que van a apoyarse en Hechos 5,4 para rebatir al comunismo. Claramente se ve que las pretendidas objeciones son meras reacciones irracionales, espasmos de una repulsa visceral totalmente descontrolada.

Pero, en fin, examinemos la convulsión como si fuera una objeción. Es asombroso que alguna vez se le haya atribuido fuerza a este tercer alegato. Pongámonos hipotéticamente en el peor de los casos: supongamos (lo que es falso, como veremos) que según Lucas el comunismo era opcional. Respondo: ¡pero ustedes lo combaten como si fuera malo! Según ustedes mismos la Biblia nomás lo recomienda; y bien, ¡ustedes lo prohíben!

Opcional significa que los cristianos podemos optar por él. Sin embargo, ustedes persiguen como sedicioso y criminal y anticristiano a quien opte por el comunismo. Yo no he visto jamás una enajenación más demencial: para prohibir el comunismo se esfuerzan por demostrar que la Biblia lo recomienda.

Pero la hipótesis es falsa. Según Lucas lo que es opcional es el cristianismo. Pedro no le dice a Ananías que podía entrar a la comunidad cristiana sin renunciar a la propiedad privada de sus bienes. Ni podía decírselo cuando se nos acaba de enfatizar que de los cristianos –ni uno solo decía ser suya cosa alguna– (Hechos 4,32). Ha mentido al Espíritu Santo fingiendo hacerse cristiano mediante una renuncia simulada.

La objeción pertenece a aquel tipo de lectura que cree poder entender un escrito aunque no entienda el pensamiento del autor. Escritor muy torpe tendría que ser Lucas si con el episodio de Ananías (Hechos 5,1-11) pretendiera afirmar la opcionalidad del comunismo, cuando cuatro versículos atrás (Hechos 4,34) insistía en que –cuantos poseían campos o casas los vendían [...] etc.–, y dos versículos antes –y ni uno solo decía ser suyo algo– (Hechos 4,32), y todavía antes –Todos los creyentes a una lo tenían todo en común– (Hechos 2,24). Ese mismo Lucas había puesto en labios de Jesucristo estas palabras: –Todo aquel de vosotros que no renuncie a todo lo que tiene no puede ser mi discípulo– (Lucas 14,33); y ahora los derechistas quieren que según Lucas pueda uno ser discípulo de Cristo sin renunciar a todo lo que tiene. Congruente sería rechazar a Lucas, sostener que ese autor es un trápala. Pero afirmar que según Lucas se puede ser cristiano sin renunciar a la propiedad privada, es negar descaradamente la documentación que todos tenemos delante de los ojos.

Nótese bien que en el último versículo citado se trata del simple hecho de ser discípulos de Cristo, y no de quién sabe qué vocación especial. Véase el comienzo de la perícope: –Muchas multitudes iban acompañándole, y él, volviéndose, les dijo: [...]– (Lucas 14,25). No se dirige a los doce sino a la multitud. Se trata simplemente de las condiciones para ser cristiano, exactamente como en los textos citados de Hechos de los Apóstoles. Lo opcional es ser cristiano, ser discípulo de Cristo. Quienes dislocan el episodio de Ananías pretenden leerlo como si no tuviera autor, como si nadie lo hubiera escrito. Como ha dicho Hinkelammert, ese episodio significa: pena de muerte para quien traicione al comunismo, que es condición imprescindible del cristianismo.
Pero lo más curioso y alrevesado de la objeción que venimos considerando es que supone que nuestro comunismo no es opcional, o que el comunismo de Marx no es opcional. Ataca con furia sin igual un enemigo inexistente. Nunca hemos pensado que el comunismo se pueda realizar si no es por decisión libre de obreros, campesinos y desempleados, que en conjunto forman la inmensa mayoría de la población. Y Marx también piensa así.

Nada más téngase en cuenta que un sistema es un sistema. Y no se piense que quienes estamos en el capitalismo estamos fuera de todo sistema; pues ese absurdo es, en el fondo, lo que sustenta la objeción. No es posible que dentro de un mismo país el criterio para la destinación de los recursos sea satisfacer las necesidades de la población y al mismo tiempo el criterio para la destinación de los recursos sea obtener ganancias para el capital. O el sistema es capitalista o el sistema es comunista. Los que quieren que para los capitalistas sea opcional el comunismo, impiden que éste sea opcional para la inmensa mayoría de la población. ¿En qué quedamos? ¿No querían que fuese opcional?

Descabelladamente suponen que los proletarios están en el capitalismo por libre decisión. O que el capitalismo es una especie de punto cero, la situación –natural– que no se le impone a nadie. Y que sólo para salir de ahí se plantea el dilema de hacerlo por libre opción o por constricción violadora de la libertad.

El dilema real es éste: o la casi totalidad de la población impone comunismo a una insignificante minoría, o un puñado de personas impone capitalismo a la casi totalidad de la población. Los amantes de la libertad tienen que escoger una de esas dos alternativas. No hay tercer camino. En un país no puede haber más que un sistema, precisamente porque es sistema. La ilusa –economía mixta– es capitalismo: las empresas estatales tienen que obedecer las reglas del capitalismo y hacerles el juego a las empresas privadas.

¿Con qué mano de obra harían los capitalistas funcionar sus fábricas si los obreros del país optan por el sistema comunista? Supongamos que una revolución comunista deja a los capitalistas en libertad de opción, ¿a quién venderían éstos sus productos si la población no quiere tener nada que ver con la producción capitalista? Los teóricos que quieren libertad de opción aun para la insignificante minoría, cierran los ojos ante el hecho de que esa libertad de opción no puede existir sino suprimiendo la libertad de opción de la inmensa mayoría. Ahí se ve cuán amantes de la libertad son en realidad; desean tener la libertad de quitarles la libertad a los demás.

La suposición de los objetantes es lo más falso en todo esto: que los proletarios están en el capitalismo por libre decisión. Pero para que haya libertad se requiere conocimiento de las alternativas. Si todas las instancias ideológicas, incluidas la iglesia y la televisión y el cine, satanizan como criminal y anticristiana la idea comunista, ¿qué libertad de opción tienen los proletarios?

Josue

Andrés Suárez dijo...

Señor Josué:
En el fondo, ¿de qué habla usted? ¿Exégesis, Teología, Política, Religión?
"A Dios lo que es de Dios, al César lo que es del César".

Un cordial saludo,
AS

testaferreira dijo...

Un año de gobierno de Michelle Bachellet. Cuarto gobierno de la Concertación. La coalición política que lleva más años de gobierno en el mundo debería tener motivos para festejar, sentirse segura, avanzar en su proyecto histórico. Por lo demás, este gobierno, llegó a La Moneda con un nivel altísimo de apoyo y expectativas, quizás sólo comparable con el primero, el de Aylwin, con escenas de multitudes festejando en las calles a la primera presidente mujer en la historia de Chile…

La imagen de miles de mujeres poniéndose la banda presidencial era el símbolo perfecto para señalar la llegada de una presidenta, que en su programa y discurso, proponía un gobierno cercano a los hasta ahora sólo espectadores de la gobernable democracia chilena. Sería, se decía, un verdadero “gobierno ciudadano”, preocupado de las múltiples falencias y grietas que comienzan a ser cada vez más evidentes en el Chile real de hoy, el que viven cotidianamente las mayorías, más allá de los diseños, programas, y la complacencia de una elite gobernante que simplemente vive otra realidad. Bachelet, sus círculos cercanos, el sector político que podríamos llamar como “progresismo” dentro de la Concertación, decian expresar un gobierno más cercano a las grandes mayorías de nuestro país.


Continuación del artículo, imágenes, y links, en "el quinto infierno":

http://www.elquintoinfierno.cl/2007/03/24/balance-a-un-ano-de-gobierno-de-bachelet-%c2%bfy-el-progresismo-donde-esta/

el quinto infierno...
transmitiendo desde el Otro Chile