quiero una memoria que me ate a tu piel esta tarde
a un roca en el día
quiero un castaño que nunca muera
un río que no se seque
una montaña siempre nevada
quiero un día completo de palabras
y las sonrisas de mis amigos dentro de una memoria que no envejezca
saber que en las noches cada estrella permanecerá ahí
aunque yo no las vea
asegurarme de tus manos y las mías
teniéndose el uno al otro
y desconocer del todo el futuro
seguro de mi pasado